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MADUREZ DE GESTIÓN DE RIESGOS EN LAS ORGANIZACIONES

Los modelos de madurez permiten evaluar el grado de preparación de la organización para afrontar los eventos internos y externos a los que la organización está expuesta.  El modelo de madurez ayuda a cuantificar en el seguimiento, el grado de cumplimiento de los controles y su aporte a la eficacia general del sistema. La cuantificación de los resultados requiere una herramienta de medición que compile los datos y muestre de forma numérica y grafica el comportamiento de uno o más periodos, para hacer un análisis óptimo de la información.

Los indicadores aplicados al seguimiento de los riesgos, estructuran una base para conocer el comportamiento de las variables a medir en diferentes periodos; es por esto que los indicadores van de la mano con el seguimiento a la matriz de riesgos. Al agrupar todos los aspectos se obtiene como resultado la metodología de análisis adecuada para el seguimiento.

¿QUÉ ENTENDEMOS POR “MADUREZ DE GESTIÓN DE RIESGOS”?

Dentro de la estructura de empresas y organizaciones de todos los sectores productivos e industriales se valora cada vez más la efectiva y correcta gestión de riesgos como un proceso fundamental y estratégico dentro de su política empresarial, para no sólamente obtener rentabilidad y cumplir con la normativa aplicable a su sector, sino también garantizar su sostenibilidad y continuidad de manera prolongada en el tiempo.

Es preciso por tanto definir bien qué entendemos por madurez en la gestión de riesgos, qué modelos existen para medirla y qué preguntas debe hacerse una organización para saber de manera precisa en qué nivel se encuentra respecto a este proceso.

¿PERO QUÉ ES EXACTAMENTE LA MADUREZ DE GESTIÓN DE RIESGOS?

Con el término “madurez de gestión de riesgos” generalmente nos referimos al nivel de preparación del que dispone una organización en cuanto a la gestión de riesgos, es decir, indica el conocimiento que ésta tiene sobre este proceso y de qué manera lo implementa en los procesos de su organización.

En un sentido general, la madurez de gestión de riesgos permite a empresas y organizaciones conocer en qué punto se encuentran respecto al modo en que administran los diferentes riesgos a los que están expuestas.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CONOCER EL NIVEL DE MADUREZ DE GESTIÓN DE RIESGOS DENTRO DE UNA ORGANIZACIÓN?

Una evaluación y un estudio riguroso sobre el nivel de madurez de riesgos ayuda a ver qué se está haciendo bien, qué elementos faltan por considerar y, partiendo de este punto, definir, estructurar e implementar acciones concretas que permitan lograr el mayor nivel de madurez en gestión de riesgos.

MODELOS DE MADUREZ DE GESTIÓN DE RIESGOS

Existen diferentes modelos que permiten evaluar el nivel de madurez de una organización en la gestión de sus riesgos. Algunos de estos son:

A. Índice de Madurez de Riesgo

Desarrollado en el año 2011 por Aon y The Wharton School de la Universidad de Pennsylvania, este índice permite a gerentes, directores y profesionales responsables de riesgos en general identificar cuáles son las áreas críticas en su proceso de gestión de riesgos a partir de la evaluación de prácticas relacionadas con el gobierno corporativo y la toma de decisiones.

En esta evaluación que propone el Índice de Madurez de Riesgo de Aon y The Wharton School se tienen en cuenta las siguientes diez características:

    1. Entendimiento y compromiso con la gestión de riesgos como un factor crítico para la toma de decisiones y para impulsar el valor a nivel de la junta.
    2. Un ejecutivo de nivel senior que impulse y facilite los procesos clave y el desarrollo de la gestión de riesgos.
    3. Transparencia en la comunicación de riesgos.
    4. Una cultura del riesgo que incentiva una completa participación y rendición de cuentas en todos los niveles de la organización.
    5. Identificación de los riesgos existentes y emergentes, utilizando datos e información internos y externos.
    6. Participación de los principales grupos de interés en el desarrollo de la estrategia de gestión de riesgos y en la definición de políticas.
    7. Recolección e incorporación formal de la información de riesgos operativos y financieros al proceso de toma de decisiones.
    8. Integración de información sobre la gestión de riesgos a los procesos de capital humano para incentivar un desempeño comercial sostenible.
    9. Uso de métodos de cuantificación sofisticados para entender el riesgo y demostrar el valor agregado mediante la gestión de riesgos.
    10. Pasar de enfocarse en evitar y mitigar los riesgos a apalancar el riesgo y las opciones de gestión del riesgo que extraen valor.

A partir de toda la información recogida, el nivel de madurez de la organización se califica en una escala de 1 a 5 de la siguiente manera:

    1. Nivel 1 o Nivel Inicial: la organización identifica y aborda los riegos, pero lo hace de forma aislada. El alcance del proceso de gestión de riesgos es limitado.
    2. Nivel 2 o Nivel Básico: el conocimiento, manejo y monitoreo de los riesgos clave de la organización es inconsistente. Las capacidades para gestionar los riesgos son limitadas, además, la información que se tiene de este proceso es informal.
    3. Nivel 3 o Nivel Definido: la organización aborda sus riesgos clave, hay capacidades para medirlos y administrarlos y monitorearlos, pero pueden haber inconsistencias al interior.
    4. Nivel 4 o Nivel Operativo: se conocen los principales riesgos de la organización y las actividades para abordarlos se ejecutan de manera consistente. La información sobre la gestión de riesgos se tiene en cuenta explícitamente para la toma de decisiones.
    5. Nivel 5 o Nieval Avanzado: la organización tiene una alta capacidad para identificar, medir, administrar y monitorear sus riesgos. La gestión de riesgos es dinámica y se adapta a los cambios, además, es considerada como un proceso que brinda ventajas competitivas.

B. Modelo de medición para auditores

El modelo de medición para auditores fue desarrollado en 2002 por Basil Orsini, quien fuera en su momento director de Auditoría Interna del Departamento de Recursos Humanos en Canadá. Este modelo centra la medición del nivel de madurez de gestión de riesgos en cinco aspectos principales:

    1. Cultura.
    2. Liderazgo y compromiso.
    3. Integración con los sistemas organizacionales.
    4. Habilidades en gestión de riesgos.
    5. Reporte y control.

A partir de la evaluación que se realiza para cada uno de estos puntos, los niveles de madurez identificados son:

    1. Incipiente: no se ha implementado formalmente un sistema de gestión de riesgos, la identificación o seguimiento de estos no es consciente.
    2. Conocido: aunque hay un sistema formal de gestión de riesgos, la administración de estos es dispersa, descentralizada y no hay una adecuada capacitación.
    3. Definido: se cumple con el sistema de gestión de riesgos establecido, hay políticas y procedimientos que involucran a toda la organización en este proceso.
    4. Administrado: la gestión de riesgos se desarrolla de forma adecuada y hay claridad sobre la tolerancia al riesgo por parte de la organización.
    5. Optimizado: la gestión de riesgos hace parte de la cultura organizacional, hay indicadores para su medición y monitoreo constante.

DISTINTAS PREGUNTAS NECESARIAS PARA CONOCER Y EVALUAR CORRECTAMENTE EL GRADO DE MADUREZ DE GESTIÓN DE RIESGOS

Al momento de realizar una evaluación para conocer cómo está la gestión de riesgos en la organización, que debe ser considerada como parte fundamental de todos los procesos, es fundamental tener en cuenta diferentes preguntas que engloban los aspectos más relevantes, por ejemplo, el gobierno, el proceso de gestión, las personas, la tecnología, el apetito de riesgo, las políticas y los procedimientos, entre otros.

Algunas de las preguntas que pertinentes para realizarse son:

    1. En el sistema de gestión de riesgos de la organización, ¿se aplican buenas prácticas para llevar a cabo este proceso?
    2. ¿La estructura de la organización permite una adecuada gestión de los riesgos? ¿Existe una unidad de riesgos o un comité encargado de estos asuntos?
    3. ¿La dirección de la empresa entiende la importancia de gestionar los riesgos? ¿Hasta qué punto está la dirección involucrada con este proceso?
    4. Para la toma de decisiones en la organización, ¿se tiene en consideración el monitoreo y seguimiento de riesgos?
    5. ¿Cómo se evalúan y monitorean los riesgos? ¿Qué indicadores se tienen para la gestión de riesgos? ¿El seguimiento a los riesgos se realiza de manera continua?
    6. ¿Se cuenta con herramientas tecnológicas para la identificación, evaluación, control y seguimiento adecuado y eficiente de los riesgos? Por ejemplo, mediante el empleo de un sistema de software adecuado que haga más sencilla la gestión de riesgos en las organizaciones.
    7. ¿Cómo se registran y comunican los eventos de riesgos? ¿Se realiza el registro y la comunicación de forma oportuna y constante?
    8. ¿La metodología definida por la organización para la gestión de riesgos está recogida en un manual o política? ¿Se sigue correctamente y de forma rigurosa?
    9. ¿Las políticas y manuales de gestión de riesgos se encuentran alineadas con los objetivos y valores de la organización? ¿Existen planes de capacitación y difusión que faciliten el entendimiento de la gestión de riesgos en toda la organización?

Todas estas preguntas conforman en realidad una guía para conocer el nivel de madurez de gestión de riesgos que tiene la empresa. El nivel al que se debe aspirar es al más alto (avanzado u optimizado) pues este demuestra que la gestión de riesgos se desarrolla de forma estructurada, sistemática y oportuna e involucra a todo el personal de la organización, y de esta forma es posible cumplir con los objetivos estratégicos y asegurar la continuidad del negocio en el largo plazo.

En síntesis, la madurez de gestión de riesgos permite conocer el nivel en el que las organizaciones identifican, evalúan, controlan y registran los riesgos asociados a su acividad productiva. 

 

ETIQUETADO PARA CABLES; CÓMO UTILIZARLO Y APLICARLO DE MANERA CORRECTA Y EFICAZ

Un correcto sistema de etiquetado de cables es fundamental para la identificación, ensamble y reparación de paneles de control eléctrico y sistemas de datos y telecomunicaciones. Supone sin duda un necesario coste inicial que ahorra tiempo y recursos y suma eficacia cuando es necesario realizar cambios o reparaciones a los sistemas de producción a los que se aplica.

Existen distintos tipos de etiquetas para cables y alambres entre los que elegir; esto incluye etiquetas termocontráctiles, etiquetas envolventes, etiquetas autolaminables, banderas y tarjetas rígidas.

A la hora de decantarse por el sistema de etiquetado más adecuado para cables en nuestra actividad, podemos realizarnos las siguientes cuatro preguntas clave para ayudarle a a decidir qué tipo de marcador o etiqueta es el mejor;

  1. ¿Existen especificaciones y requerimientos de la industria o de clientes que se tengan que cumplir obligatoriamente?
  2. ¿A qué ambiente o sustancias químicas van a ser expuestas nuestras etiquetas a lo largo de su vida útil?
  3. ¿El marcaje y etiquetado se realiza antes de la terminación y acabado o entrega del producto?
  4. ¿Cuál es el calibre del cable que estamos etiquetando?

¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA A LA HORA DE ETIQUETAR CABLES?

  1. Un correcto etiquetado para cables debe ser lógico y consistente, en todas las ubicaciones y deben ser consistentes con la documentación de los mismos. Esto implica que todas las etiquetas deben tener una forma fácil de ser identificadas, con un sistema alfanumérico lógico.
  2. Una etiqueta correctamente elaborada debe permitir identificar la ubicación física del servicio a nivel, edificio, planta, cuarto de comunicaciones, departamento, rack, patch-panel, puerto, etc. Para esto es fundamental que el servicio (cable) este etiquetado en los dos extremos del cable. Esto permitirá que cualquier cambio o interacción con el cable resulte más sencilla y reduzca el riesgo de errores o incidentes.
  3. El etiquetado debe ser fácil y sencillo de leer, y ofrecer la misma vida útil que la del componente que se esté etiquetando; ser legible, que se adhiera, etc.
  4. Preferiblemente suele considerarse más seguro aquél etiquetado que envuelve completamente el cable, para ello existen etiquetas especiales e impresoras especiales diseñadas para etiquetar este tipo de cableado. instalación de cableado estructurado

Es importante resaltar que el etiquetado debe facilitar su labor como gestor y administrador de la infraestructura donde el cableado esté integrado, garantizando que se puedan realizar los cambios necesarios de forma rápida y eficaz, y documentando siempre aquellos ajustes realizados mediante una memoria técnica para que cualquier otro operario que tenga que hacer un cambio, reparar un daño o revisar el cableado, pueda hacerlo con facilidad y todas las garantías de seguridad.

 

DIFERENTES TIPOS DE CABLES

La oferta existente en el mercado en cuanto a cables eléctricos se refiere es enormemente amplia y variada, resulta complicado agrupar todos los diversos tipos que existen. Trataremos de acercarnos en este breve resumen a los tipos de cable más comunes y habituales:

  1. Cable de construcción no metálico: Este tipo de cable está formado por un grupo de cables, en un número que suele oscilar entre dos y cuatro normalmente. Los cables de construcción no metálico están cubiertos por un aislante termoplástico. Además, este tipo de cable cuenta con un cable pelado para la conexión a tierra.
  2. Cable unipolar: Es aquel cable formado únicamente por un único hilo conductor.
  3. Cable multipolar: Este cable está compuesto por múltiples hilos conductores.
  4. Cable trenzado: Se trata de un tipo de cable formado a su vez por varios cables que se encuentran entrelazados.
  5. Cable multiconductor: Este tipo de cable también se conoce como «cable multinúcleo». Se caracteriza por contar con más de un conductor aislado individualmente. Además, este tipo de cable dispone de otro tipo de aislante para mayor seguridad.
  6. Cable blindado: Este cable está compuesto por un conjunto de cables recubiertos por un revestimiento metálico. Generalmente encontramos en él tres cables: uno de tierra, uno neutro y otro para la corriente. Este tipo de cables son muy fecuentemente utilizados para el suministro de electricidad.
  7. Cable flexible: El cable flexible es uno de los cables más utilizados. Está conformado por alambres finos muy fáciles de doblar y retorcer, de ahí el nombre de flexible.
  8. Cable dúplex: Compuesto por dos conductores de cobre con aislante PVC. Estos se encargan de suministrar energía a aparatos eléctricos de baja tensión.
  9. Cable coaxial: Es un cable formado por un núcleo de cobre que está protegido por un aislante dieléctrico. Este cable está cubierto por un escudo de cobre tejido. A su vez, el cable está rodeado de una funda de plástico exterior.

ETIQUETAS PARA CABLES MÁS FRECUENTES

Como ejemplos más comunes y habituales de etiquetado de cables que podemos encontrar en el campo de la electricidad y telecomunicaciones, tenemos los siguientes:

Etiquetas termoretráctiles para cables y alambres

Se trata de un sistema de etiquetado óptimo para cables y alambres no terminados o que precisan una resistencia superior a la abrasión o sustancias químicas.

Este tipo de etiquetas para cables son no adhesivas y se ajustan alrededor de cables o alambres cuando se les aplica calor, para aportar una mayor protección y una identificación permanente. Estas etiquetas termoretráctiles tienen un diseño de círculo completo que ofrece marcaje rápido y permanente de alambres. Sobre ellas se puede imprimir textos y códigos claros y legibles para cables y alambres con una impresora apropiada, para obtener una adecuada, correcta y eficaz identificación. Los materiales de las etiquetas para cables y alambres se distinguen en entornos extremos, incluyendo las fluctuaciones de temperatura y entornos que requieren resistencia a abrasión y a distintas sustancias químicas.


Etiquetas Envolventes Para Cables y Alambres

Las etiquetas envolventes se utilizan por lo común para el marcaje general de cables y alambres terminados y no terminados y alambres curvos.

Las etiquetas de cables y alambres son una solución frecuentemente empleada para la identificación eléctrica, de telecomunicaciones y de comunicación de datos. Le permitirán identificar rápidamente las líneas de voz y datos durante la resolución de problemas o reparación. Las etiquetas de identificación de cables y alambres están disponibles en una gama de materiales adecuados para muchos entornos diferentes para aplicaciones.


Etiquetas Autolaminables para Alambres y Cables

Las etiquetas autolaminables son unas buena solución para identificar cables o alambres terminados que pueden requerir una mayor resistencia adicional a la abrasión o a sustancias químicas a las que puedan estar expuestos.

Así, es frecuente el uso de ese tipo de etiqueta para la identificación eléctrica, de telecomunicaciones y de comunicación de datos. Este etiquetado permite identificar rápidamente las líneas de voz y datos durante la resolución de problemas o reparación. Las etiquetas de identificación de cables y alambres están disponibles en una variada gama de materiales adecuados para muchos entornos diferentes para aplicaciones.


Etiquetas tipo bandera para cables y alambres

Las banderas para cables están pensadas para colocar una mayor cantidad de datos en cables y alambres de diámetro pequeño, como pueden ser por ejemplo los cables de fibra óptica. Asegura de esta forma una correcta legibilidad en los cables demasiado finos.


Etiquetas para cables no adhesivas

Las tarjetas no adhesivas son ideales para cables multiconductores o agrupaciones de cables y alambres, agrupando e identificando de manera rápida y sencilla distintos tipos o grupos de cables.

Las etiquetas para cables no adhesivas de SUCLISA están fabricadas de material PUR (poliéter termoplástico-poliuretano) libre de halógenos e ignífugo que es resistente a la hidrólisis (no se descompone en agua) y a los microorganismos. Es extremadamente fuerte con una alta resistencia al desgarro, adecuado para una gran variedad de aplicaciones en interiores y exteriores donde la identificación tiene que ser duradera.

Las etiquetas se fijan al cable o alambre utilizando bridas para cables en ambos extremos. El producto se suministra como una construcción todo en uno, donde el material extruido también funciona como portador. Los marcadores están parcialmente recortados para separar fácilmente después de la impresión y se suministran en rollos para poder imprimirlos por transferencia térmica en las impresoras que comercializa SUCLISA. Estos marcadores están disponibles en varias medidas y formatos.


EQUIPOS E IMPRESORAS DE ETIQUETAS PARA CABLE Y ALAMBRE

En SUCLISA INDUSTRIAL disponemos de una amplia variedad de equipos de impresión e impresoras para facilitar la tarea de etiquetado de cables. Disponemos de equipo tanto de sobremesa como portátil, adecuado a la tipología del trabajo requerido en cada momento sea cual sea su actividad. A modo de muestra, destacamos varios de nuestros modelos más habituales y versátiles tanto en inyección de tinta como en transferencia térmica.

Impresora de etiquetas industriales BradyPrinter i3300

La impresora de etiquetas industrial BradyPrinter i3300 es una impresora para PC fácil de usar y sin complicaciones.
La impresora puede imprimir una amplia gama de letreros y etiquetas en monocolor. Imprima etiquetas para identificar cables, productos, así como etiquetas precortadas para identificación de cables, productos y laboratorio, muestras de laboratorio e instalaciones sin ningún problema.

Impresora de etiquetas industriales BradyPrinter i3300

 


Impresora de etiquetas industriales BradyPrinter i5100

La impresora de etiquetas industriales BradyPrinter i5100 es inteligente y fácil de usar, ofrece un excelente rendimiento e imprime más de 1200 etiquetas de identificación estándar más etiquetas personalizadas específicas del usuario.

Impresora de etiquetas industriales BradyPrinter i5100

 


Impresora de etiquetas industriales BradyPrinter i7100

La impresora de etiquetas industriales BradyPrinter i7100 es una impresora de etiquetas fiable, de alta precisión y alta resistencia que imprime rápidamente una amplia variedad de materiales de identificación de gran calidad para numerosas aplicaciones, como la identificación de componentes y activos, cables y placas de circuitos impresas.

Impresora de etiquetas industriales BradyPrinter i7100

 


Impresora aplicadora Wraptor A6500

La impresora aplicadora para identificación de cables Wraptor A6500 convierte tareas rutinarias, ineficientes y laboriosas en un proceso automatizado moderno. La impresora permite identificar cables con etiquetas envolventes en solo 5 segundos. Imprime automáticamente y aplica la etiqueta en un amplio rango de cables insertables, lo que conlleva un ahorro de hasta 10 segundos por cable identificado.

Impresora Wraptor A6500

 


BradyGrip para cinta de cierre

Ahora tiene en sus manos una identificación de cables rápida y fiable gracias a la asociación entre Brady y VELCRO® Brand. El material de impresión BradyGrip™ para cinta de cierre es una solución única que permite imprimir fácilmente la identificación y colocarla en mazos de cables. Gracias a su reverso adherente se puede colocar o retirar fácilmente, evitando los costes de tener que rehacer la identificación. Imprimir y colocar: así de sencillo.

 


 

Como hemos indicado más arriba, en el mundo del etiquetado para cables existe una variedad de modelos y soluciones tan amplias y diversas como aplicaciones existentes en industria, por eso le ofrecemos el equipo de impresión a la medida justa de sus necesidades; no dude en ponerse en contacto con nosotros para resolver cualquier duda respecto a éste o cualquier otra solución de etiquetado industrial, disponemos exactamente de la máquina que está buscando.

SOLICITE MÁS INFORMACIÓN SIN COMPROMISO

Estamos a su disposición en www.suclisaindustrial.com y en seguridad@suclisa.com

Herramientas de bloqueo/etiquetado (1)

Sistema de bloqueo universal de válvulas

Sistema de bloqueo universal de válvulas

Vamos a analizar algunas herramientas de bloqueo/etiquetado, factor esencial, como hemos visto anteriormente, para mejorar en el área de la seguridad industrial. Se trata de herramientas que ayudan a implementar rápidamente la política de bloqueo/etiquetado y los procedimientos específicos de la maquinaria en las instalaciones.

Servicios

Identificar los puntos de energía y redactar procedimientos de bloqueo/etiquetado específicos de la maquinaria puede requerir mucho tiempo. Para crear procedimientos de seguridad que cumplan las normativas y sean instructivos visualmente, en ocasiones es necesario contar con un equipo de expertos ingenieros en sitios preparados para ayudar en esta tarea en las instalaciones.

Software

Mantener, evaluar y ajustar correctamente y comunicar los procedimientos de seguridad para que estén disponibles y adaptados en todas las instalaciones puede ser una tarea muy complicada, pero esencial para mantener un espacio de trabajo seguro y reducir los accidentes en todas las áreas.

Dispositivos

Los puntos de control de energía de las maquinarias son muy diversos e incluyen válvulas, botones y palancas. Para la mayoría de los puntos de control de energía se ha desarrollado un dispositivo de bloqueo que se bloquea en la posición desactivada para aislar la maquinaria de la energía. Los objetos móviles de las máquinas y los puntos de control de energía menos habituales siempre se pueden bloquear con un dispositivo de bloqueo universal.

Candados

Los candados de bloqueo/etiquetado están disponibles en distintos materiales, tamaños, colores y carcasas. Los candados codificados por colores pueden resultar interesantes para identificar qué equipo de mantenimiento está realizando el mantenimiento de una máquina específica, por ejemplo.

Hay varias carcasas de candados disponibles para optimizar su durabilidad y la seguridad de los usuarios en contextos específicos. Algunos sectores necesitan candados con una alta resistencia a la abrasión, mientras que otros prefieren candados no conductores.