SUCLISA, PRESENTE CON DISCRECIÓN EN EL DÍA A DÍA DE TODOS NOSOTROS

• Los productos que distribuye Suclisa se encuentran presentes en decenas de productos que todo el mundo utiliza a diario.
• Los cuatro millones de piezas que hay en un avión están identificados, muchísimos de ellos con productos Brady.
• Si coges un avión, si viajas en metro, si te has hecho pruebas y los análisis se guardan en laboratorio, Suclisa ha estado presente.
• El etiquetado y trazabilidad de cada pieza es imprescindible para ganar en eficiencia. Evitar errores y pérdidas de tiempo.

Muchos de nosotros nos vamos a ir de vacaciones en avión. Despegaremos y llegaremos a destino felices, deseando ponernos al sol y pasar el mejor mes del año. No nos preocupamos por entender cómo es posible que todo haya ido tan bien en el viaje, ni de qué depende la seguridad de la aeronave en la que hemos viajado.

Y Suclisa Industrial tiene algo que ver con ello. El buen funcionamiento de un avión depende de varias cosas, entre las que se está el desarrollo de sistemas de aviso y de detección de anomalías o establecer intervalos de mantenimiento programado que garanticen la detección a tiempo de cualquier problema.

Y para ser capaces de detectar a tiempo cualquier problema, cada pieza del avión tienen registros de trazabilidad. Brady, por ejemplo, marca distribuida en exclusiva por Suclisa Industrial, es el suministrador oficial de etiquetas RFID para Airbus, entre otros muchos materiales presentes en el avión.

Un ejemplo concreto. El Superjumbo de Airbus. Este avión está compuesto por cuatro millones de piezas aproximadamente, producidas por 1.500 empresas de 30 países de todo el mundo. Todas y cada una de ellas, están marcadas. “No creo que haya ninguna etiqueta que se monte en un Airbus que no lleve una etiqueta de trazabilidad. Los cuatro millones de piezas. Muchas de ellas suministradas por nosotros. Desde luego, cada cable que hay en el avión se identifica con etiquetas Brady. Hay otros muchísimos componentes de las subcontratas de Airbus que llevan nuestros productos. Además, hacemos la trazabilidad de piezas de Airbus mediante etiquetas RFID”, nos cuenta Juan Torres Melgarejo, Territory Sales Manager.

Airbus, y todas las grandes compañías, etiquetan cada pieza porque “aumentan eficiencia, eliminan opciones de error. Y también porque no quieren perder tiempo. Cuanta más trazabilidad tengas de un objeto, cuanto mejor tengas identificado un cable o una tubería, menos tiempo vas a perder en encontrar algo. Es importante saber en qué momento se fabricó un producto, todo su proceso de fabricación, y cuándo ha salido de la fábrica”.

Y esa trazabilidad, después, se desarrolla a través de etiqueta RFID: componentes electrónicos que llevan un chip que se graba y aporta una información a través de un lector”, señala Torres. El RFID es realmente útil, porque permite la trazabilidad sin participación humana. Si sale del almacén, pasa por debajo de un arco, y automáticamente sabemos que ha salido, a qué hora, dónde, etc.”.

Al final, podemos señalar que los productos que distribuye Suclisa Industrial están muy presentes -aunque pasen inadvertidos- en la vida de todos y cada uno de nosotros.

“Desde el momento que coges el tranvía o el metro, o coges un avión en Loiu, por poner algún ejemplo, Brady está presente en tu día a día. Seguro que hay algún cable o una pieza que está identificado con las etiquetas que distribuye Suclisa”.

Y es que Suclisa industrial es distribuidor oficial de Brady, una empresa americana que ya insertaba piezas de trazabilidad de piezas que deberían soportar situaciones extremas (humedad, frío, calor, etc.) en los últimos grandes hitos de la humanidad. Torres recuerda que los productos fabricados por Brady “ya estaban presentes en la primera nave que amenizó en la luna”, y que también se encuentran “en los coches y motos que compiten en la Fórmula 1 y MotoGP, en las piezas de identificación de las monedas encontradas en el Odisey, el proyecto del S80, el submarino de la armada española, donde etiquetamos todo el cableado del submarino”, etc.